2019/07/28

La paradoja del microscopio

Creo que cuanto más profundizo en el análisis de algo menos lo entiendo. 

Casi resulta un chiste el hecho de que al pensar cómo pierdo la perspectiva al profundizar en una idea, me quedo absorto e incapaz de conectar con la realidad que me rodea. Pero me abruma darme cuenta de la cantidad de realidades que existen conviviendo al tiempo, todas supeditadas a la lente por la que son observadas y la incomunicación que provoca esa gran diferencia. Jamás nadie podrá entender lo que siento porque nadie siente de la misma forma que yo, igual que nunca sentiré como siente el resto. Es como la diferencia entre un biólogo especializado en aves y un aficionado a fotografiarlas, aunque estudien el mismo espécimen, el primero se centrará en cómo evolucionó y el segundo en la belleza que desprende al alzar el vuelo. 

Es como cada día que vivo, dónde yo veo un mundo cruel dispuesto a destruirme y el resto solo ve la supuesta realidad

Wubba Lubba Dub Dub

Sonrie, que el objetivo de esa cámara no capte la verdad; haz un chiste, rellena ese silencio que evidencia tu vacío; se ingenioso e interpreta esta mentira porque la verdad es tan triste que casi resulta insoportable. Eres un muñeco roto, si, pero aún eres capaz de seguir el guión de forma rigurosa como el primer día. Eres el protagonista de esta sitcom y no hay lugar para el dolor.

¿Pero que hay tras el telón una vez que cae? ¿Qué queda tras esta carcasa que se resquebraja por momentos en la soledad del camerino? Soledad y vacío existencial es lo que tienes para compartir tras la función, y entonces, ¿Quién escuchará tus gritos de auxilio? ¿Quién se hará cargo de las ruinas que quedan tras la batalla que supone parecer feliz? Nadie, solo tú y tu dolor

2018/05/06

Microrrelato

Todo el mundo estaba espectante, habían esperado ese día desde hace mucho tiempo: por fin la crisálida iba a abrirse.

Cuando comenzó a resquebrajarse todos miraron dentro y para su sorpresa, vieron horrorizados que nada surgió de su interior. Frente a ellos solo quedo el cascarón, inmovil recordatorio de esa familiar sensación que les invadia cada mañana frente al espejo.

2018/04/22

Pensamientos de una noche cualquiera en un bar aleatorio.

Aquí, desde esta posición tengo una panorámica perfecta de todo lo que sucede en el local. Puedo ver como los machos danzan y se pavonean compitiendo por el favor de la hembra alfa, también veo el vacío insondable que se oculta tras la sonrisa seductora de esa chica que esta en la esquina pidiendo que alguien la rescate de su soledad, incluso creo que casi puedo sentir cómo se quiebra el alma de ese chaval al ser consciente de que se comporta como un payaso solo para sentir que durante ese breve instante alguien le presta atención. Y es que en este tipo de sitios la mezcla de dolor, alcohol, hormonas y soledad es tan evidente que casi la puedes saborear en cada bocanada de aire.

Sin embargo nada de todo eso va conmigo. Solo soy un mero observador que mira la vida pasar desde la barrera, seguro, sin que nada pueda hacerme daño.... Nada salvo yo mismo.

Esta soledad idílica que tanto me esfuerzo en mantener para que nadie pueda volver a hacerme daño se ha convertido en una celda de dorados barrotes, donde la amargura y el sufrimiento parecen mimetizarse igual que el azúcar en el café del desayuno, que no se puede ver pero se siente desde el primer sorbo. No paro de repetirme que no merece la pena salir al mundo mientras no me sienta bien, porque, para qué, si nunca voy a encontrar algo que de verdad merezca romper estos grilletes. Además, desde dentro soy capaz de fingir una vida normal, el riesgo a sentir el dolor en toda su intensidad no merece la pena.

Es el miedo del actor a dejar de interpretar su papel que le define y valida, ese en el que aceptó encasillarse con una mezcla de pena y resignación.
¿Permitirme sentir sería un pecado tan grave? ¿Qué es lo que realmente temo, la tristeza o la felicidad? De hecho, ¿En qué se convierte un poeta maldito cuando pierde ese sufrimiento que le moldea y define? Idializo el pasado para evitar que el presente le pueda hacer sombra, y así preservar ese pedestal de falsa virtud donde coloqué esos recuerdos que usé para construir esta prisión que protege de exponerme a la cruda realidad. Mientras, mi ego me susurra como las cunetas están llenas de bohemios mejores que yo, asesinados a manos de su propia arrogancia que les llevo a exponerse sin tapujos ante este mundo inmisericorde que jamás podrán atisbar un ápice de esta sensibilidad que nos define.

2017/09/08

Respeto

La relación entre sensibilidad y adicción, he comprobado que es directamente proporcional. Cuanto más nos afecta el devenir de la vida, mayor es la necesidad de evadirse del dolor que nos produce.

Tengo tendencia a rodearme de personas con esta misma tendencia. Personas que aman a la turba pero aborrecen lo facil que pervierten su pureza ante la promesa de un poco de calor. Y es que me atraen tanto como me producen rechazo porque me ponen de manifiesto mis propias carencias.

Yo también fui veleta, tambien prostituí mi esencia a cambio de un gesto. Yo traicioné todo a lo que aspiraba por la promesa de no sentirme solo durante un rato.

Pero nunca más. No volveré a vender mi alma por dos duros de mierda, voy a quererme como merezco. Porque si no lo hago, pierdo la opción a exigir respeto, ya que ¿sí yo lo hago no estoy invitando al resto a no hacerlo?

Nunca más volveré a caer en esa trampa, nunca me convertiré de nuevo en un contorsionista emocional para ser aceptado. Mejor solo siendo fiel a mi mismo que acompañado y traicionando mi alma.