Hay una voz dentro de mi que, de un tiempo a esta parte, no ha sido escuchada como merece. Me refiero a esa versión más cruda y pragmática y puede que incluso mas sensible si cabe de mi persona. Por eso he decidido enmendar este error y dar rienda suelta a esta nausea creativa, dejarla desembocar en un hermoso torrente de vómito existencial.
Hay veces que las palabras mas desagradables y toscas expresan mas claramente los vacíos y sombras que forman parte de mí, como las estrías fruto de un embarazo o las cicatrices que de forman por arrancarse las costras una y otra vez.
Si estoy mejor, pero se me sigue encogiendo el corazón cuando veo que alguien se detiene a admirar las ruinas que conforman mi alma de la misma forma que los conductores reducen la velocidad por el morbo de ver el accidente de tráfico. Estoy mejor, pero aún sigo poniéndome el cartel de "under construct" para evitar que nadie amenace mi cárcel de oro en la que me encerré para no sufrir.
Cierto, alguien dijo una vez lo de "todo lo que viene antes de un "pero" no vale ni pa' tomar por culo'. Fuera quien fuese, hilo muy fino ese día.
Es por todo esto que dejo salir al poeta maldito, porque solo él muestra la belleza oculta entre los escombros, como Toulouse-Lautrec hizo con su fotografía. Porque es esa parte de mi ser que se enamora de esas personas que me mueven por dentro a golpe de cruda realidad y la que me martiriza cuando mis miedos me alejan de ellas.
Es un amante exigente este mi Bukowsky. Necesita empapar las penas en whisky para, como si de un alquimista o un cocinero de meta se tratara, provocar la reacción química dentro de mí y transformarlas en palabras como estas.
A pesar de todo asumo que ni soy ni seré nunca convencional, que cuando me exprese correré el riesgo de que no me entiendan o, peor aún, que a pesar de no hacerlo me miren y asientan como si lo comprendieran realmente.
Me perdono por haberla condenado a esa tortura, porque es muy duro asumir esto sin salir corriendo en alguna que otra ocasión.
Ahora he decidido pasear por mi vertedero emocional donde abandono esos sentimientos que duelen como la sal en en una herida abierta. Puede que penséis que es me regodeo o que soy masoquista y no podría culparos por ello ya que yo mismo he barajado dicha posibilidad. Pero nada mas lejos de la verdad, saborear de nuevo esos momentos, buenos y malos, me reafirman. Este proceso tiene un alto coste, la coraza de cinismo se ablanda, pero merece la pena.
Por todo esto emito este indulto, para que siga provocando esta nausea y me empuje a sentir, bueno y malo, en toda su intensidad, aullando mi dolor y riendo mi alegría.
Algún día el mundo nos enterrará o por lo menos tratará de hacerlo, silenciando tu voz, nuestra voz. Pero hasta entonces seremos uno contra el mundo. Porque te amo por tus defectos, poeta maldito.
