Genética

Resulta tan compleja la genética que casi podría parecer azar, por eso encuentro tan fascinante que la constelación celular que forma un cuerpo esté configurada con tan brutal, salvaje y hermosa armonía.


Mirar un cuerpo es como contemplar el cosmos, un perfecto equilibrio y exquisito movimiento que, de la misma forma que los planetas bailan con las estrella y, estas a su vez mantienen su coreografía formando una galaxia. Y es que así es un cuerpo humano, los átomos, moléculas, ADN, proteínas, células, órganos... todas estas cosas realizan su danza, y mientras continúe seguiremos vivos.


Cierto, como he dicho, es casi arbitrario pero no por ello hay que despreciarlo. Deleitémonos con estos pequeños detalles que tan fácilmente ignoramos, dediquemos aunque sea un instante a sentir como fluye todo. Los problemas y las rutinas diarias seguirán ahí después de todo.